La liturgia de hoy empieza con una pregunta directa de Jesús: ¿A quién buscáis?
Conocemos bien la escena: la patrulla de guardias, junto a Judas, llega al Monte de los Olivos y Jesús les pregunta; ellos contestan: “ A Jesús, el Nazareno”, Jesús les dice: “Yo Soy”. Ellos retroceden, caen al suelo y Jesús les vuelve a preguntar: “¿A quién buscáis?”
Es Viernes Santo, ya sabes lo que va a pasar: día de silencio, oración, ayuno, viacrucis, oficios de la muerte de Jesús, adoración de la cruz,…. Vivamos hoy todo esto desde la pregunta directa que te hace Jesús: ¿A quién buscas?
¿A quién buscas hoy? ¿Qué Jesús quieres encontrar este Viernes Santo?
Tal vez buscas a un Jesús “sangrante”, barroco, que conmueve en su crudeza, un Jesús flagelado, coronado de espinas, que da angustia mirar, que te lleva al escalofrío, a la pena, a las lágrimas… pero que se queda en la epidermis, no cala en tu interior (como la semilla que cayó entre piedras).
Tal vez buscas un Jesús “milagrero”. Como sabes que va a resucitar, que superó tanto dolor, tanta injusticia; debe actuar en tu vida y sacarte de tu dolor, de esa injusticia, de ese problema, … vienes a arrodillarte ante la cruz para pedir que se cumpla TU voluntad.
Tal vez no buscas, solo asistes como espectador neutral. Un Jesús “de las películas”, al que miras de lejos, sin preguntarte nada, viendo una historia antigua, sin descubrir que el Viernes Santo está pasando hoy, y está pasando por ti y para ti.
Tal vez buscas….
Te animo a que, como les pasó a los que prendieron a Jesús, “retrocedas ante Él, caigas al suelo”, rechaces tus planes, caigan tus ideas preconcebidas y escuches a Jesús: “Yo soy al que buscas, acompáñame hoy”.
Que en es este Viernes Santo, del 150 aniversario del MTA, hagamos realidad el deseo del P. Enrique “entrando en los sentimientos, afectos, deseos, intenciones de Cristo Jesús, para hacerlo todo en unión perfecta con Él.”
Alberto Barroso