Sábado Santo 2023

Sábado Santo 2023

SÁBADO SANTO

Tras la pasión y la muerte de Jesús, llega el Sábado Santo. Un día para parar, guardar silencio, orar, reflexionar, esperar. Atrás quedan las Palabras de la última cena, y las de la cruz, que han dado paso al silencio. Hoy, tenemos que esperar, igual que esperaron los discípulos, María, y las demás mujeres. En el inmenso dolor de la pérdida, esperaron.

Cuántas veces ante el dolor de una persona a la que queremos nos sale el consejo rápido, el consuelo inmediato, hablar para no escuchar el silencio. El Sábado Santo nos invita a ser capaces de acompañar, de escuchar, de compartir ese silencio cuando las palabras no tienen sentido, de no huir de las dificultades. Hoy acompañamos a María en su tristeza, y a tantas hermanas y hermanos que sufren.

Hoy se nos invita también a esperar, igual que María esperó la Resurrección de su hijo, con fe firme, aún en el momento más triste.

Cuando atravesamos momentos en los que no vemos salida, o tenemos esa sensación de derrota, de que «todo ha terminado», sentimos una gran soledad. Y sin embargo, también tenemos la experiencia de haber recibido apoyo y cariño de personas que nos ayudan a transitar esas situaciones y a superarlas.

Cuando Jesús iba a morir nos hizo un gran regalo: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre.” Así nos hermanó, y nos dejó a la Madre que Él mismo había escogido para sí. Al morir, las personas a las que tanto quería no se dispersaron, sino que permanecieron unidas, apoyándose y cuidándose, compartiendo el dolor y el miedo. Así también hoy nuestras Comunidades son soporte en la dificultad, hermanos/as con quienes hacer espaldas para superar la adversidad y alimentar la esperanza.

Vivamos este Sábado Santo en actitud de oración y de espera, dejando espacio al silencio. Miremos a María para que sea nuestra luz y guía en los momentos en los que sintamos que no hay salida. Fortalezcamos los vínculos con nuestra Comunidad para que sea verdadero hogar y refugio en el que cuidar y dejarnos cuidar.

Meri Onieva