«El Señor está cerca»

«El Señor está cerca»

COMUNIDAD DE MATRIMONIOS

SANTA TERESA

TORRENT (Valencia)

 

2º DOMINGO DE ADVIENTO “B”

(Puedes descargar el documento AQUÍ)

 

1ª Lectura: Isaías 40,1-5.9-11.

“Consolad, consolad a mi pueblo.

Es un buen título para nuestro Dios, que no  es el Dios del miedo, sino del consuelo. Es un Dios que viene lleno de bálsamo, bendición y ternura. Y nos enseña, recomienda e invita a que seamos bálsamo, bendición y ternura para el mundo.

– Con un grito de consuelo a un pueblo que gime en el desierto: Ha terminado el tiempo de la esclavitud. Es el anuncio feliz de la visita de Dios que camina delante de su pueblo en marcha hacia la patria definitiva.

– Conviene saber que el “consuelo” que Dios da, no es una invitación a la resignación pasiva, sino una ayuda eficaz para levantar nuestro ánimo y continuar, a pesar de las dificultades

– La tarea del Adviento es trazar un camino de consuelo, libertad, novedad, justicia y esperanza
en el desierto de la vida.

¿Somos consuelo, libertad, novedad, justicia y esperanza, para con nosotros mismos y para nuestros semejantes?

¿Nos arriesgaremos, a pesar de la oposición?

“Una voz grita: En el desierto preparadle un camino al Seños; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios, que los valles se levantes que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale” (Isaías 40, 3-4)

– La vida cristiana es allanar todos los caminos, con curvas y rectas, con subidas y bajadas, con piedras y polvo, con pisadas, con huellas…

– El cambio interior no basta. Allanar los caminos es pasar de la desigualdad a la igualdad, de la injusticia a la justicia en las relaciones humanas.

– No es fácil abrir senderos en el desierto.

¿Hacemos posible el paso de Dios por nuestras vidas personales, familiares, laborales, religiosas, sociales…?

¿Nos arriesgaremos, a pesar de la oposición?

¿Reconocemos su voz, aunque sea desacreditada, o pocos le hagan caso?

 

 

2ª Lectura: 2Pedro 3,8-14

Queridos hermanos, no perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros porque no quiere que nadie perezca. (2Pedro 3, 8-99)

– Hay dos razones para esperar con calma la venida del Señor:

* Para Dios no cuenta el tiempo como para nosotros. Él es eterno.

* El aparente retraso de la venida gloriosa de Cristo es fruto de la misericordia del Señor. Así tendremos todos tiempo de convertirnos. Dios quiere que todos los hombres se salven.

– La tentación de perpetuidad del mundo esta muy presente en nuestra generación, satisfecha por su propio progreso.

– La conversión que necesita nuestro modo de vivir el cristianismo no se puede improvisar. Requiere un tiempo largo de recogimiento y trabajo interior. El cristiano sabe que Dios tiene su plan y lo llevará a cabo siempre para nuestro mejor bien.

¿Realmente siento la necesidad imperante de convertirme?

– La conversión lleva a escoger la transparencia.

¿Realmente somos honrados con los demás y con nosotros mismos, perdonamos y nos perdonamos los pecados?

Evangelio: Marcos 1, 1-8

Comienzo de la buena noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios.

– Juan Bautista anunciando que la Buena Noticia, la mejor noticia, la mayor alegría para el mundo, es Jesús. Con Jesús comienza todo. Todo lo hace Nuevo. Es noticia salvadora para todos y para siempre, es el cumplimiento de todas las promesas, es la garantía de que Dios nos ama en Jesús y de que, con Él, estamos todos salvados.

Apareció Juan el Bautista en el desierto, predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Toda la región de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él y, después de reconocer sus pecados, Juan los bautizaba en el río Jordán.

– Según el evangelista, dejan Judea y Jerusalén y marchan al «desierto» para escuchar la voz que los llama. El desierto les recuerda su antigua fidelidad a Dios, su amigo y aliado, pero, sobre todo, es el mejor lugar para escuchar la llamada a la conversión.

¿Tenemos o escogemos un lugar y momentos adecuados para escuchar la voz que nos llama?

¿Tomamos conciencia de la situación en que vivimos; experimentamos la necesidad de cambiar; reconocemos s pecados sin echarnos las culpas unos a otros; sentimos necesidad de salvación?

Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo.»

– Es tan poderoso, que puede nacer en un pesebre.

Señor, Jesús, guíanos por tus caminos sencillos, hacia la Navidad.

 

 

ORACIÓN FINAL:

ALLANAD LOS CAMINOS

Florentino  Ulibarri

Allanad los caminos de vuestra vida

porque el Señor está cerca.

Él vendrá como el rocío mañanero,

como la luz del alba,

como la lluvia que empapa la tierra,

como el sol que calienta nuestra existencia,

como el aire que infunde vida,

como la nieve que nos cubre de blancura.

Él cambiará nuestros corazones de piedra

en corazones de carne cálida y tierna,

lavará nuestro rostro con agua fresca,

despertará nuestros ojos dormidos,

ablandará la dureza de nuestras entrañas,

guiará nuestros pasos vacilantes

por sendas rectas y llanas,

perfumará todo nuestro ser con sus fragancias

y fecundará nuestra vida yerma.

 

 

CANTO INICIAL:  –>  OÍR TU VOZ    AQUÍ

CD: Entre las cosas (cantos breves para orar)

Fabiola Terrero Stj

 

Oír tu voz, ¡yo quiero escuchar tu voz!

Oír tu voz, ¡necesito que me hables! (bis)

Entra tantos ruidos que apagan hoy la voz.

Entre tantas prisas que ahogan en mi interior.

Oír tu voz, ¡yo quiero escuchar tu voz!

Oír tu voz, ¡necesito que me hables! (bis)

Entre tantas voces que apagan hoy tu voz

Entre mis quehaceres, que ahogan mi interior.

Oír tu voz, ¡yo quiero escuchar tu voz!

Oír tu voz, ¡necesito que me hables!

Oír tu voz, ¡necesito oír tu voz!

 

 

 

CANTO FINAL:    –>  AQUÍ

 

Y VENDRÁ 

CD: Preparad los caminos

Carmelo Erdozáin

 

Y vendrá, Y VENDRÁ,
el Señor, EL SEÑOR,
EL SEÑOR VENDRÁ. [BIS TODO]

Brillará la luz en nuestra Tierra,
brillará en medio del pueblo:
EL SEÑOR VENDRÁ.

Usará tus mismas herramientas,
llevará también vestidos.
EL SEÑOR VENDRÁ.

Y vendrá, Y VENDRÁ,
el Señor, EL SEÑOR,
EL SEÑOR VENDRÁ.

Del Cielo a la tierra,
vendrá cuando lo llames.

Y vendrá, Y VENDRÁ,
el Señor, EL SEÑOR,
EL SEÑOR VENDRÁ.